Las cortinas son la solución ideal para subdividir los espacios amplios de tipo “loft” o “open space”. Tienen muchas ventajas con respecto a muros o paredes divisorias de obra. Como primera ventaja son menos engorrosas de implementar e instalar. Cuando están extendidas no quitan mucho espacio, y de la misma manera pueden recogerse en cualquier momento si se necesita recuperar la amplitud de los ambientes. Las cortinas presentan también ventajas estéticas cuando se las compara con las paredes, porque crea áreas privadas y al mismo tiempo deja pasar la luz, permitiendo mantener el ambiente luminoso a la vez que genera una mayor sensación de espacio.
Como ya hemos explicado, este tipo de cortina se puede utilizar para crear diferentes zonas, como por ejemplo una pequeña área de trabajo, pero también son útiles para cubrir esquinas antiestéticas ya sea en la oficina o en el hogar: estanterías a vista o áreas de servicio con lavadoras, electrodomésticos, máquinas fotocopiadoras, centros de redes, kitchenettes, etc.
En cuanto a los aspectos técnicos, se instalan directamente al techo a través de rieles paralelos hechos a la medida y no requieren de ningún otro espacio, ya que bajan de manera rígida desde el techo hasta el suelo. Cuando están desplegadas, generan un efecto divisorio muy definido, como si fuesen unas ligeras paredes suspendidas. Al recogerlas solo ocupan el espacio correspondiente al ancho de uno de los paneles.